Ya he comentado en más de una ocasión lo mediocres que son la mayoría de adaptaciones, ya sea de un videojuego o un libro. Por supuesto hay historias muy difíciles de llevar al cine, argumentos que por su complejidad o por su tipo de narrativa, terminan siendo inadaptables. ¿Era el caso del 6º libro de Rowling? Sí y no. El penúltimo libro de la saga estaba lleno de historia, de "flashbacks" sobre Tom Riddle y su paulatina conversión al "lado oscuro" hasta convertirse en Voldemort. Y los romances presentes estaba ahí, pero en segundo plano. Apenas había aventuras, apenas acción... un momento... qué aburrimiento para una sala de cine llena de gente ávida de películas palomiteras, ¿no? Bueno, desde que leí el libro supe que sería muy difícil que todo aquello quedase bien en el cine sin ser aburrido, por lo que fui a ver esta película con las expectativas a cero. Y la verdad es que gracias a eso, la película me gustó, aunque creo que es la más floja de la saga quitando quizás la primera.
Pero tal como esperaba, han pasado como que demasiado de esos flashbacks, de contarnos argumento, han tirado del Quiddich y alargado de más los pocos momentos de acción para llenar la película con esos efectillos visuales que tan bien quedan en pantalla grande, pero quizás lo que menos me haya gustado es que han ahondado demasiado en los romances entre los diferentes personajes, como si de un high school musical cualquiera se tratara, dejando a un lado a personajes importanes, que aparecen y desaparecen como pegatinas, contando muy poco o nada del propio Príncipe Mestizo y quitandole toda la emoción y tragedia del final, que era lo que más esperábamos todos los que leímos el sexto libro.
Pero bueno, los que no lo hayan leído y hayan visto las otras películas, simplemente se encontrarán con otra entrega más, divertida, para pasar el rato, algo más lenta que las otras, pero también más adulta. Démosle un aprobado, al menos como película.
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