
¿Por qué el cine valía hace pocos años 500 ptas y ahora vale 6,80 € al cambio 1.132 ptas?
¿Accederé algún día a un piso sin hipotecar a los hijos de mis hijos?
¿Cuánto más se va a multiplicar la realeza?
¿Somos conscientes de lo que nos bombardea y acosa la publicidad?
¿Cómo nos afectará a todos el cambio climático?
¿A qué huelen las nubes?
El hombrecillo quedó allí. Sólo preguntas. Ninguna respuesta. Con su enorme interrogante que me recordó al mapa visto por John Locke.
Y mientras la lluvía seguía cayendo. Una lluvía necesaria, pero seguramente desaprovechada, parte del último frescor que recibiremos antes del terrible verano que se avecina.
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