O cómo desaprovechar una idea original. Hancock está protagonizada por el a menudo genial Will Smith, y narra básicamente los problemas cotidianos de un superhéroe en horas bajas y al que la gente odia debido a sus destrozos o pasotismo. En principio la película parodia el género de superhéroes y su estética con mallas, su exagerado heroicismo y nos muestra un personaje más humano, patoso, decadente y antihéroe. Ésta era quizás la mayor y mejor baza de la película para atraer al público, sobre todo a aquél que no le gusten demasiado los superhéroes convencionales.
Pero a pesar de tener un humor desenfadado y un carisma peculiar (gracias al propio Will Smith), Hancock va evolucionando hasta convertirse en un superhéroe más de los que pretendía reírse. Tampoco Charlize Theron resulta demasiado destacable frente a otros papeles anteriores, y es que están todos un poco fuera de su lugar. En resumen, una película que empieza muy bien pero que se desinfla bastante según se desarrolla. Para pasar el rato...
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