viernes, 21 de diciembre de 2007

Soy Leyenda

El pasado miércoles fue el estreno de Soy Leyenda, y podría decirse que es el remake de remake de la historia de mismo nombre basada en la novela de Richard Matheson de 1954, ya que anteriormente pasó por el cine en 1964 una primera versión llamada "El Último Hombre Vivo" con Vincent Price a la cabeza, y posteriormente, una extraña versión diferente a la del libro en 1971, llamada "The Omega Man" y protagonizada por Charlton Heston. La diferencia más significativa de esta nueva versión con Will Smith es que la acción transcurre en Nueva York, y no en Los Ángeles, como en la novela y versiones anteriores.

¿Y cuál es esa acción? Pues algo tan básico como que una plaga apocalíptica ha aniquilado a prácticamente toda la población del planeta, dejando tan sólo a unos pocos supervivientes que han mutado hasta convertirse en vampiros. Sólo un hombre, Robert Neville, es inmune a dicha plaga, y tratará de buscar una cura y más supervivientes al tiempo que sobrevive al ataque nocturno de dichos seres, y a la horrible soledad del día a día en una ciudad abandonada y sin gente.

La película yo la podría describir como un cruce de Náufrago (con Tom Hanks) y el videojuego Resident Evil, y aunque parezca increíble, de dicha mezcla sale una película que está bastante bien en comparación con otras que han ido saliendo este año. Will Smith, como siempre, está genial, soy un gran defensor de este hombre como actor, ya que aunque lo seguí fielmente como príncipe en Bel Air, creo que ha demostrado ser un excelente actor en diversos registros, y ya no sólo dramáticos como en "Ali", sino también en acción, aventuras (como en "Yo, Robot") y ahora también terror. Creo que en Hollywood le pasa lo mismo que le ha ido pasando a Jim Carrey, que nunca ha perdido esa chispa de humor de sus inicios y no se le ha tenido muy en cuenta su gran talento en otros papeles. Will quizás no sea el mejor actor negro, pero desde luego es uno de los mejores de su generación. Y además, al tío se le da bien la música...

Volviendo a la película. Will Smith consigue transmitirnos la angustia y soledad del personaje, quitando guiños cómicos y paranoias, lo cierto es que si nos ponemos a pensar en el horror que está viviendo, se llega a conectar con ese sentir de que hasta nuestra perra nos parece una hija, porque es lo más similar a un ser humano que tenemos (como le paso a Hanks en Náufrago con la pelota Wilson, quizás). Los mutantes-vampiros-infectados, o lo que sean, acojonan, pero solo durante la primera media hora-45 minutos. Después, ya es que me parecen muy típicos, y encima, demasiado "digitales". Creo que una vez más se está abusando de esta maldita moda digital. Hubiera sido mil veces mejor que fueran gente real maquillada. Pero claro, entonces no darían esos saltos y movimientos tan grotescos que quedan muy chulos en el cine... pero en fin.

En definitiva, y aunque el final tampoco me ha acabado de convencer, la película me ha gustado. No se hace larga, y tiene sus momentos, aunque es mejor ir sin mucha expectación, simplemente para pasar un buen rato, pues no hay grandes sorpresas ni giros argumentales. Recordad que lo único que se nos quiere contar... es una leyenda.

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