Por mucho que lo parezca, las dos fotografías no pertenecen a la misma película. Abajo aparece nuestro calvo navideño favorito, del anuncio de la loteria de navidad y arriba Hugh Jackman, con mucho menos pelo que de costumbre (debió ser un desquite tras el aumento capilar para ser Lobezno), en la película que vi hoy: The Fountain, o lo que es lo mismo, La Fuente de La Vida.Servidor se la ha visto en V.O. en un cine de Barcelona y he de decir que Darren Aronofsky (director de Pi y Requiem por un sueño), ha hecho un gran trabajo (aunque no el mejor). La película me ha gustado, pese a las escenas extrañas que tiene, hay un aura argumental abstracto interesante, y escenas visuales que son auténtica poesía. Ni que decir de la maravillosa banda sonora.
La historia es la que sigue: La lucha de un hombre a través de los siglos por encontrar el Árbol de la Vida y salvar a su mujer del cáncer. O eso reza la sinopsis... ya que la única pega que le veo es que mientras la trama de la antigua España, el libro y la del presente quedan muy bien matizadas, la futurista queda muy libre de interpretar. Esto puede ser interesante para dar pie a interpretaciones libres, pero también puede parecer que no tiene mucho que ver con el resto de la película expuesto, según las sinopsis ese trozo transcurre en el siglo XXVI, pero no hay mención alguna en toda la película a ello. Quizás hacía falta un poco más de desarrollo respecto a esta parte, aunque analizandolo todo cuidadosamente puedes sacar ciertas ideas y explicaciones.
Es en todo caso, una película interesante, romántica y bastante bonita, aunque rara. El espectador debe entregarse bastante a la magia de la historia.
