domingo, 22 de noviembre de 2009

Pandorum



Christian Alvart vuelve a los cines con una buena película de ciencia ficción y terror, aunque tras su última obra, Expediente 39. Pero tanto en aquella como en esta cinta, comprobaremos lo irregular de su desarrollo.

La historia se centra en una nave espacial con rumbo a un planeta similar a la Tierra, una especie de arca gigante en la cual la humanidad deposita sus esperanzas dado que el cambio climático empieza a hacer la vida insostenible en el planeta madre. Pero algo sale mal. Un militar despierta (Ben Foster) en medio de su hipersueño desorientado y trata de descubrir donde está actualmente parada la nave y por qué los sistemas fallan, con la ayuda de otro militar al que despierta él mismo (Dennis Quaid). Pronto comprobarán que hay más gente despierta por la nave, junto a un grupo de seres salvajes, peligrosos y caníbales que les pondrán la supervivencia realmente difícil.

La historia es interesante pero se nota que fue pensada como una trilogía de la cual sólo vemos la parte central. Así mismo los actores están muy bien, pero tampoco pueden hacer demasiado con el desarrollo de la trama, que cambia de registro pasando del susto fácil al suspense atmosférico que llena de tensión o la acción trepidante con momentos más de "silencio" (algo que se agradece). El resultado es una película entretenida y resultona, pero que parece que va a dar más de sí, y no llega a hacerlo nunca.


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