Como conocí a vuestra madre

Hay series para todos los gustos y todas las edades. Desde frikadas enrevesadas con carácter adulto y hasta retro como Perdidos pasando por los casos más insólitos atendidos por el más cruel y sincero doctor como House. Y la comedia no es una excepción, pero en el caso de Cómo conocí a vuestra madre, hay que admitir que es todo un soplo de frescura, inteligencia y buen humor. Realmente no había visto algo tan bueno en este género de comedia de jovenes adultos desde los tiempos de FRIENDS. Y puede que sea incluso mejor.

Como conocí a vuestra madre parte de la premisa de que en el año 2030, Ted Mosby le cuenta a sus hijos la historia de cómo 25 años atrás le sucedieron una serie de cosas que terminaron en el encuentro con su madre, la mujer de su vida. Así tenemos una serie de episodios-flashbacks y detalles que a lo largo de los episodios van apareciendo y teniendo relación con lo expuesto anteriormente, tal y cómo pasó con Perdidos, pero de un modo menos enrevesado, y haciendo hincapié en las situaciones cómicas y absurdas que no obstante tienen muchísima emotividad y hasta momentos realmente románticos.

Los personajes son todos muy buenos, con unos actores estupendos en sus papeles, Josh Radnor como Ted Mosby, ese joven arquitecto, eterno romántico en busca del amor de su vida y formar una familia, con esos tics tan graciosos de pedante corrector que a veces tiene, Jason Segel como Marshall Eriksen, el abogado prometedor que soñaba con cambiar el mundo, un grandullón bonachón que junto con Alyson Hannigan en el papel de la entrañable maestra de preescolar y pintora Lily (que diferente de Willow en la serie Buffy) forman la pareja estable que lleva muchos años juntos y solo piensan en casarse y tener su hogar, Cobie Smulders como la guapa Robin, presentadora de un cutre noticiero y a la que no le gustan las relaciones serias con un pasado INCREÍBLE (y muy divertido), y como no, Neil Patrick Harris en el papel del casanova Barney (es lo más parecido a Bender en un humano), un joven acaudalado (¿en qué demonios trabaja?), descarado y juerguista que vive por y para la conquista de las mujeres más bellas y la buena vida, pero que en el fondo tiene mucho más sentimiento del que él mismo quiere admitir.

En definitiva, una serie muy divertida y que sin duda te hace reflexionar sobre las relaciones sentimentales y sobre la perspectiva que tenemos sobre nuestro futuro, porque... ¿dónde estaremos cuando tengamos 25 años más? ¿Miraremos atrás y lloraremos los sueños inalcanzados o brindaremos por los logros obtenidos? Y sobre todo, de los buenos amigos, que aún pasados años, muchos años, siguen ahí junto a nosotros, tras juergas, peleas, discusiones, alegrías, tristezas, problemas, situaciones absurdas o demás momentos que junto a ellos sin duda se hacen LEGENDARIOS.