El primer contacto que tuve con esta famosísima saga de juegos de estrategia fue con una demo jugable de la Micromanía allá por finales del año 1995 (¡lo que ha llovido!). En un primer momento al ver las imágenes pensé: "¿orcos verdes de warhammer? ¿elfos rubitos? ¿soldados humanos en plateada y resplandeciente armadura?", o sea que era todo típico-tópico. Pero en cuanto empecé a escuchar aquellas vocecillas "Your command, master?", "Yes, my lord!", "For the Alliance!", al mismo tiempo que comprobaba su sencillez de manejo y control de tropas y construcciones, recolectaba petróleo con mis barquitos, talaba árboles con mis orquitos, recogía oro con los campesinos con cara de bobo... etc, etc... Evidentemente ya estaba enganchadísimo. Además, hay que añadir además la gran maestría de Blizzard en cuanto a animaciones 3d, porque en cada uno de sus juegos me han sorprendido muchísimo.
Aunque en principio la ambientación no era muy original, a medida que profundizaba en la historia (que si un nigromante orco llamado Gul´dan por aquí, que si un demonio Sargeras por allá, que si un tal Medivh hace mucho hizo tal no se cual...), pues aún me gustó más, por lo que ya entonces pensé: "cómo molaría esto si fuera un juego de rol". Pero aún debían pasar muchos años para eso (como contaré después, considero World of Warcraft una clara extensión de la saga a pesar del cambio de género), así que al pasarme Tides of Darkness y su expansión, Beyond the Dark Portal, decidí probar con el origen, Warcraft I: Orcs & Humans. Y a pesar de ser más antiguo, me gustó igualmente porque tenía misiones curiosas, y había hechizos de creación de tropas (inolvidables los demonios, escorpiones, arañas y elementales).
Por supuesto, la culminación de la saga estratégica fue Warcraft 3: Reign of Chaos (aunque en algunas cosas me siguen gustando los anteriores), con mucha más historia, ambientación, razas, personajes, hechizos, el paso a las 3d sin desvirtuar lo esencial del sistema de juego (algo que parecen estar haciendo con la segunda parte del también magnífico Starcraft).
Pero vayamos con el mejunje del asunto, porque si Blizzard ganó éxito con esta saga (junto con Diablo, claro está), con World of Warcraft (juego de rol multijugador masivo o MMORPG), las cosas han alcanzado otra dimensión, algo que los 8 millones de jugadores pueden avalar. Llevo poco jugando y la verdad que no me extraña que haya tenido tanto éxito, todo el universo warcraft en rpg, con una gran sencillez de manejo y administración de sus elementos, añadido al "enganche" que Blizzard parece imprimir en sus juegos. Mis personajes principales ahora mismo son Steelhorn, un Druida Tauren de nivel 20 en Ulldun y Zhayral, un Paladín Humano de nivel 15 en Shen´dralar, aunque juego más con el primero.
Y como muestra de la calidad de las introducciones y el nivel frikismo que ha alcanzado, aquí van unos videos...
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