lunes, 8 de septiembre de 2008

Zayral Recomienda... (17): OZ

Imagina que has cometido alguna clase de delito. Tal vez sea tu primera vez, o tal vez no, pero el caso es que aquel maldito abogado no te defendió lo suficientemente bien esta vez, de modo que vas a terminar con tus huesos en prisión. 10 años. Condicional a los 5. Pero no terminas en cualquier prisión. Te van a llevar a la penitenciaría Oswald de nivel 4, esa que apoda todo el mundo OZ. Y lamentablemente, vas a descubrir que no hay baldosas amarillas, ni hombres de hojalata, sino muros de color gris e individuos muy peligrosos.

Quizás seas hasta lo suficientemente "afortunado" para entrar en "Ciudad Esmeralda" un área especial donde no hay rejas sino paredes de cristal irrompible y los guardias te vigilan todo el día, pero no te servirá de nada ir por libre. Tal vez a los negros no les guste tu tono pálido de piel. Tal vez a los arios les divierta torturarte hasta la muerte por tu ascendencia judía. Tal vez la mafia italiana te ayude, sólo a cambio de que mates a un latino que les quita clientela a la hora de comerciar droga dentro de la prisión. Vas a tener que elegir un bando, sabiendo que quizás tengas que ser matar a alguien, que puedas ser violado a cambio de protección, que tengas que vender droga. Y encima, privado de tu bien más preciado: la libertad, que te desesperes tanto que ni la religión pueda servirte de consuelo y te debatas si no será mejor estar todo el día esnifando droga para al menos olvidarte del infierno en el que estás metido. Aunque tal vez tengas la fuerza e ingenio suficiente, y la suerte esté de tu lado y logres sobrevivir en OZ. Sobrevivir a tus miedos, a tu culpa y a ti mismo.

OZ es una magistral serie de 6 temporadas de 8 capítulos (aunque la 4a temporada tiene 16), que se emitió hace años por la cadena HBO. Con actores conocidos vistos en Perdidos o Dexter y un argumento en principio sencillo pero lleno de matices, la serie profundiza en los reclusos, en sus mentes y su convivencia con el resto, aunque también analiza el a veces tan fallido sistema penitenciario americano, la pena de muerte, la reinserción, lo corruptibles que son algunos guardias y lo aprovechados e insensibles que son algunos gobernadores. Sin duda alguna una grandísima recomendación.

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