miércoles, 8 de abril de 2009

¿Sociedad o Suciedad?

Ayer llovía a cántaros y salía tarde del trabajo y tan tranquilamente iba hacia mi casa cuando fui testigo de un brutal ataque contra una tienda. Lo peor del caso no es el hurto en sí, sino que fue perpretado por un grupo de varios chicos y chicas cuya edad no superaría los 16 años, quiénes seguramente aprovecharon la oscuridad y bullicio de la tormenta para destrozar toda una mampara de cristal, llevarse cosas y luego desaparecer en un coche. Verlo para creerlo.


Ahora bien, la pregunta es... ¿en qué clase de sociedad vivimos, que futuro estamos construyendo? La respuesta es simple, una sociedad egoísta interesada en sí misma y vacía de cualquier moral o valores. La iglesia dice que la culpa de esto la tiene el ateísmo y laicismo, que antes la gente era creyente y la religión nos inculcaba una moral y un amor al prójimo. No estoy de acuerdo del todo, pero por ahí van los tiros, al margen de la religión cristiana, ya que perfectamente esos valores los podría transmitir otro culto, o mejor aún, otras personas, comenzando por los senos familiares hasta las escuelas e instituciones.

¿La culpa es del cine, de la violencia en los videojuegos, de los comics, de...? ¡STOP! No y más no. Cuando yo era un crío tenía mis comics y mis videojuegos como muchos chicos hoy en día, pero es curioso porque mis padres, abuelos y los amigos con los que me juntaba (que a su vez sus familias les habían dado unos valores), tenían un sentido de la responsabilidad, se preocupaban por los demás, discernían perfectamente entre el bien y el mal, etc. Yo era un crío friki pero sabía perfectamente que estaba mal pegarle a alguien y hacerle daño, ya solo sea simplemente porque a mi mismo no me gustaría sufrirlo si me pegasen. O robar, porque las cosas cuesta su esfuerzo ganarlas como para quitárselas a otro que le ha costado lo suyo tenerlas. O no tenerle respeto a un anciano, que bastantes problemas ha tenido ya en toda su larga vida. O esas "tonterías " como que si desobedecías a tus padres "te ibas a quedar sin postre". Y así, hasta el infinito...


El problema es que hoy en día, cada uno se preocupa de sí mismo, y se da por hecho de que las mentes más jóvenes (las más maleables además) pueden forjarse así sin más por su cuenta. No se asume una responsabilidad por los actos cometidos. No hay sensación de que si haces daño, si haces el mal, te la vas a cargar. No hay temor por el mañana, porque solo se vive el hoy, cuánto más, y más deprisa, mejor. Carpe Diem, y ya está. "No apologies, no regrets" como diría aquel. Y muchas veces me pregunto si merece la pena a estas alturas traer una vida a este mundo tan podrido. Con cosas como la de anoche dan ganas de que no, pero... uno es un iluso con esperanza y perseguidor de las causas perdidas, así que a menudo la respuesta es sí. Creo que a pesar de todo, aún queda mucha gente que se da cuenta de lo que realmente importa y que también va a luchar, como yo, contra este enemigo invisible, esta "suciedad".

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