martes, 10 de febrero de 2009

My Top Ten Animangas Vol 10: Ghost in the Shell

La obra magna de Masamune Shirow ya me había dejado encantado con aquella película de 1995, así como con sus comics y su más reciente secuela, una maravilla de la animación, Innocence. Pero no ha sido hasta hace poco cuando he visto todo el anime en sus dos bloques completos de 26 episodios, Stand Alone Complex y Second GIG.




Y vaya sorpresa, porque es uno de los mejores animes que he podido ver nunca (y he visto muchos, jeje). No solo la animación es muy buena sino que las tramas de cada episodio son todas muy interesantes, y el argumento central va deshilándose poco a poco hasta su conclusión de buena manera, mejor quizás en el caso del Hombre Que Ríe, que en el de Kuze, pero igualmente son emocionantes. Es cierto que tiene demasiada trama política y a veces te pierdes y que las voces agudas de los Tachikomas pueden taladrarte el cerebro, pero no cabe duda de que la cantidad de referencias ciberpunk (y otras al más puro estilo Blade Runner, Yo Robot o Metal Gear sin ir más lejos) y el eterno debate entre si las máquinas pueden tener sentimientos y alma como un ser humano (me estoy acordando ahora de otro gran anime, LAIN), la hacen una obra maestra.








El argumento gira en torno a un futuro cercano en japón, tras la cuarta guerra mundial el mundo ha alcanzado una frágil paz llena de acuerdos burocráticos mientras se ve inmerso en la era de la información, casi todo el mundo está conectado y utiliza además cibercerebros o incluso implantes cibernéticos muy avanzados, habiendo hasta prostéticos de cuerpo completo. El jefe Aramaki de Seguridad dirige la Sección 9, una unidad élite ultrasecreta al servicio del gobierno japonés formada por varios ex-militares y unos tanques pensantes llamados Tachikomas. En esta unidad se encuentra una ciborg de cuerpo completo llamada Motoko Kusanagi, aunque todos la conocen como La Mayor, una experta en el campo de batalla, ágil, astuta e imbatible en técnicas de hackeo de redes. Sus habilidades además compiten con su belleza, aunque al igual que con su frialdad y fiereza, esconde un alma más profunda y sensible de lo que nadie, ni siquiera ella misma, puede imaginar. Realmente tiene trozos que te emocionan, y no solo por su argumento si no por la espléndida banda sonora de Yoko Kanno, que una vez más lo ha bordado como ya hiciera en Cowboy Bebop, con música muy adecuada para la acción, el humor o los momentos dramáticos o de suspense. Tiene además una OVA llamada Solid State Society, y yo deseo y quiero que hagan algo más, aunque se rumorea que hay una película en ciernes, posiblemente digital. En fin que no os lo perdáis...



No hay comentarios: