Uno de los gratos recuerdos que conservo de mi año y pico vivido en Marbella son los paseos por la costa, más en otoño e invierno que en primavera o verano. La sensación de la arena sobre los pies, la espuma del mar llendo y viniendo sobre ellos, la cantidad de conchas, piedrecillas, e incluso animalejos que podías encontrar (una vez capturé del mar un par de liebres de mar y un cangrejo), pero sobre todo me acuerdo de las espectaculares esculturas que algunos anónimos artistas realizaban en la arena. Y aquí van algunos ejemplos de este asombroso arte:
1 comentario:
Espectacular!
Tendrían que exponerse en museos
Un saludo :)
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