lunes, 11 de febrero de 2008

John Rambo

"Ya sabes como me llamo". Y tanto que lo sabemos.

Sylvester Stallone nos trae este film que puede catalogarse en ese género ultraviolento que ya no es acción, ni es gore, es simplemente "Salvajismo". Los malos birmanos hacen tropelías por doquier, capaces de la más extrema crueldad para que luego venga nuestro querido Rambo y los ajusticie del modo más brutal imaginable. Violencia justificada contra violencia injustificada.

Lo cierto es que la película al menos tiene sus momentos, para reirte de lo exagerado que es todo, o por ver a Stallone en su salsa. Además, Rambo no va de salvador del mundo, está asqueado de él (y no me extraña). De ahí un excelente "A la mierda el mundo" que suelta, el antihéroe con principios pero que ha comprendido lo horribles que son las guerras. Algo que desgraciadamente, solo los veteranos de guerra saben ver, y no ciertos presidentes (sí, también te miro a ti, señor arbusto, menos mal que te quedan dos telediarios en tu sillón).

Pero no nos engañemos. Stallone no nos quiere vender una moral. Tampoco parecía querer hacer una gran película, ni siquiera una buena de acción. Es simplemente RAMBO, el episodio final de su más consagrado personaje (con el sacro permiso del señor Balboa), metido en la jungla y haciendo lo que mejor sabe: Matar. Y desde ahí, poco más.

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