Crisis

Es una palabra muy usada en estos tiempos. Pero hay muchos tipos de crisis, además de la económica y financiera que afecta a todos los mercados. Crisis sentimental, amorosa, espiritual, moral, sexual, anímica, o de salud, aunque muchas derivan de la primera, ya que como se dice, cuando el hambre entra por la puerta el amor sale por la ventana. Aunque esto no tiene por qué ser siempre así, ya que hay ocasiones en las que las crisis han unido mucho más a dos personas o a un colectivo e incluso hay quien ha aprovechado para hacer el negocio de su vida (a costa de otros a menudo, lamentablemente).

En estos días he visto como a personas cercanas a mí las cosas les van bastante mal, en diversos aspectos desde luego, pero es como si toda esta tormenta se estuviera de algún modo reproduciendo en todos los aspectos de la vida. Yo mismo me siento afectado por ello, por varios motivos, ahora tengo nubarrones encima y bastante tristeza, tanto por sentimientos y cosas que me han ido pasando, como por empatía por mis seres queridos y algo de decepción con el mundo en el que respiro.

Me paraba un señor hoy en el ascensor de mi casa y me decía que los jóvenes no luchamos, como su generación hacía, que estamos acostumbrado a que nos lo den todo hecho... En parte sí, en parte no. Hay gente pasiva claro, pero también luchadora y que no se rinde ante los obstáculos en su camino. Yo, a pesar de que a veces me sienta como un diminuto barco en medio de una tormenta, quiero luchar pensando que pronto saldrá el sol y aunque algo desmejorado y astillado, llegaré a buen puerto.